Mi deseo para esta Navidad es que estos conocimientos sirvan para encender en cada uno de ustedes la chispa de Fe, Luz, Armonía, Amor y Paz que durante tanto tiempo estuvo apagada.
Bendigo el Bien en cada uno de ustedes y en toda la humanidad y estoy segura que ésta va a ser la mejor Navidad que jamás hayan festejado.DIA DEL ESPÍRITU DE LA NATIVIDAD:
El 21 de diciembre es el día en que baja al planeta Tierra el Espíritu de la Navidad o de la Natividad, con la misión de DAR e irradiar su alegría, prosperidad y abundancia, recogiendo las peticiones que se le hagan de todo corazón para el futuro año en forma de “carta”. Es una gran oportunidad que se presenta sólo una vez al año y que todos deberían compartir para aprovechar sus maravillosos beneficios.
Esta es la época más hermosa y luminosa de todo el año y tiene su razón de ser cósmica. En estos días se produce el solsticio de verano, es el momento cuando el Sol se encuentra en su punto máximo en el Polo Sur y emprende su camino hacia el Polo Norte, es el propio día de la Navidad y es cuando desciende oficialmente a la Tierra el Espíritu de la Navidad; esta fecha es variable pero siempre se encuentra entre el 20 y 25 de diciembre. El Espíritu de la Navidad recibe diferentes nombres en las diversas escuelas de pensamientos, filosofías y religiones y todos ellos son válidos. Nosotros lo vamos a llamar “Natividad”, nombre al que Él responde dulcemente. Se manifiesta a través de una estrella de múltiples puntas por eso es bueno poner una estrella en la puerta de nuestra casa, en nuestro arbolito o en nuestro pesebre para que así se ancle en nuestro hogar la radiación del Amado Natividad.
Junto a ella podemos poner el pesebre, ya que es el símbolo para recordar que dentro de cada uno de nosotros nace el Cristo interno, el Hijo de la Madre Cósmica representada por María y el Padre Celestial representado por San José. El Cristo interno es el Niño Jesús.Próximamente: ¿qué significa el pesebre?.
Ahora que
hemos establecido que los patrones parten originalmente de nuestros padres o
personas que nos criaron, el próximo paso es dejar ir toda la culpa y perdonar.
Llegó la hora
de perdonarlos y perdonarte a ti mismo.
Es tiempo de
salir del pasado y continuar.
Es necesario
tender un puente entre la visión del mundo de la psicoterapia y la perspectiva
espiritual.
La terapia
dice que debemos pasar por el dolor y las heridas de la niñez, las tradiciones
espirituales dicen que debemos trascender las emociones negativas y cultivar
las positivas como el amor y el perdón.
Y porque no
hacer ambas cosas? Porque no pasar primero por el dolor, enfrentarnos a las
heridas reales o imaginarias hasta que la carga interior desaparece y luego damos
un giro de ciento ochenta grados y aprendemos a sentir amor donde antes tal vez
hubo enojo o tristeza.
El puente se
tiende comprendiendo intelectualmente y emocionalmente que ellos hicieron lo
que pudieron.
Ahora para dar
vuelta todo usted debe defender a sus padres igual que en un tribunal de
justicia, esa defensa le permitirá al final soltar toda culpa antigua.
De modo que
después de la conciencia y la expresión, viene el perdón.
Para empezar a
pensar en el perdón debemos como decían los nativos americanos “caminar en sus
mocasines”, caminar con ellos a lo largo de su niñez para comprender desde un
punto de vista emocional, su vida como pequeños vulnerables.
El perdón no
implica aprobar la conducta, sino que somos lo suficientemente fuertes para
abandonar el antiguo rencor y seguir adelante.
“EL VERDADERO
HÉROE ES QUIEN TRANSFORMA A UN ENEMIGO EN UN AMIGO”
EL PERDÓN NO
SIGNIFICA IGNORAR LO QUE SE HIZO NI COLOCAR UN RÓTULO FALSO A UN ACTO MALIGNO.
SIGNIFICA MÁS BIEN QUE EL ACTO MALIGNO YA NO IMPLICA UNA ABARRERA EN LA RELACIÓN.
Martin Luther King
La comprensión
necesaria tiene dos etapas del proceso:
La
reafirmación del propio poder
Y El soltar
Ejercicio:
Vernos con nuestros padres antes que las cosas hubieron sucedido entre usted y
ellos.
Es una
relación limpia y honesta que puede producir una profunda verdad.
Un tipo de
verdad derivada del alma y del corazón, que estuvieron gritando para ser
liberados de las malas acciones del pasado.
Que es lo que
usted más desearía saber?
Cuales de las
tradiciones familiares sería conveniente soltar?
Será que las
relaciones siempre se disuelven o que usted y su familia no logran reconocer
los sentimientos?
Piense en algo
que lo motivaría para mantener una conversación:
OÍR PARA ENTENDER
Imagine que
está en un lugar seguro en un paisaje que le agrade.
Mírese allí
con un sol radiante.
Está muy
descansado, a salvo en paz consigo mismo.
Camina por ahí
y encuentra un árbol donde sentarse, el pasto es mullido.
Inhale y
exhale profundamente varias veces
Ahora desde su
edad actual vuelva en cuenta regresiva hasta que sienta que es un niño, cerca
de los doce o trece años.
Recuerda que
aspecto tenía a esa edad?
Usted tiene
curiosidad en saber más de su vida.
Ahora ve que
se le acerca una niña que también tiene entre doce y trece años.
Se sienta
junto a usted y usted de inmediato sabe que es su madre cuando niña.
Se miran unos
minutos. Permita que su intelecto crítico descanse.
Luego
mentalmente empieza a hablarle a esta niña y le dice que no hay nada que temer.
Hágala
sentirse cómoda.
Cuando sienta
suficiente confianza comience a hacerle su primera pregunta:
¿COMO FUE
CRECER PARA TI?
¿LE TENIAS
MIEDO A TU PAPÁ O TU MAMÁ?
¿COMO TE
TRATABAN?
Escuche
atentamente las respuestas.
Siga
formulando otras preguntas y asegure con ellas cubrir los patrones de conducta
que usted cree identificar provienen de su madre.
Luego haga el
mismo ejercicio con su padre.
No olvide
hacerles comprender a sus padres que usted está indagando para comprender
profundamente y no para echarles culpas.
Una vez
terminado los diálogos por favor escriba las preguntas y las respuestas, pues
serán de enorme valor cuando las relea más adelante.
La sanación
que proviene de ésta etapa del trabajo se produce de una manera sutil y
profunda. Usted realiza una especie de arqueología psíquica, excavando de
manera gradual.
Aquí todo se
suaviza para sanar y seguir adelante….
Lic. Adolfo J. Mendes.
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